Reseña literaria “A diez millas de tu corazón”.

Bienvenidos a este romántico cierre de lectura. En esta ocasión nos tocó disfrutar de “A diez millas de tu corazón” de la talentosa Emma Richardson, quien nos permitió deleitarnos en su ingenio. Hace unos meses tuvimos el placer de conocerla con su obra “Bajo el yugo de mi rebeldía” y las apasionadas literarias tuvimos a bien llamarle “La reina del drama”, pues sus obras están cargadas de este condimento que nos hace seguir leyendo sin parar. Es por ello que en cuanto supimos el privilegio que se nos concedía al leerla de nuevo, no reparamos y devoramos el libro con mucha ilusión, y hoy les traigo la reseña de esta romántica y aleccionadora historia.

RESEÑA LITERARIA

Título de la Obra: A diez millas de tu corazón

Nombre del Autor (a): Emma Richardson.

Género Literario: Romance Contemporaneo.

Disponible: Amazon Kindle y Kindleunlimited.

Sinopsis:

Celeste Bethkep una escritora y madre divorciada. Después de más de 10 años está de regreso en su país: Venezuela, para promocionar su más reciente obra, con lo que nunca contó, aun cuando era una posibilidad, era encontrarse con un antiguo amor del pasado, su primer amor, su primer beso y su primer novio. El mismo que le había roto, el corazón y los sueños, al que en silencio quiso con toda la ilusión de un amor naciente. ¡Está jodido! ¿El universo no estaba siendo justo con ella? 
Aidan Gilbert, ya por cumplir los treinta años, sintió que su vida esta inconexa, inconclusa, faltaba algo, lo sabía. ¿Pero qué si lo tenía todo? vida cómoda, dinero, lujo y era el vicepresidente de una de las mejores agencias de publicidad del país y una hermosa mujer que lo esperaba cada día y compartía tanto su cama... "como su amor" pero no ha podido tener su corazón. Ese no lo entregaría como si nada. ¿Qué podía ser lo que faltara en su vida?

Mi opinión.

A diez millas de tu corazón es una novela narrada en tercera persona de una manera muy

cuidada y con un extenso y florido lenguaje; haciendo la lectura muy ligera. Emma Richardson siempre se ha caracterizado por su extenso vocabulario y esa manera en la que cada palabra encaja a la perfección, y esta obra no es la excepción, es por ello que la considero como una oportunidad de ampliar el vocabulario para el lector.

Por los antecedentes de esta autora adicta al drama, comencé leyendo con la predisposición de una alta dosis de este condimento y esperaba una historia llena de subtramas y enemigos ocultos. Además, por la sinopsis, me esperaba una historia de amor entre el jefe y la empleada con el típico formato al que estamos acostumbrados en el mercado. Pero no, la talentosa Emma nos muestra una historia lineal que retrata los temores y demonios que los protagonistas enfrentan con el desamor y el reencuentro con el pasado. Esto hace, en un principio, a la trama un poco lenta, mas es necesario conocer de este modo a los protas. No me mal entiendan, no me ha decepcionado, al contrario, estoy embelesada con lo real de la historia y esos personajes tan humanos: la temerosa Celeste y el atractivo Aidan.

La autora se encargó de plasmar en cada página los miedos, ilusiones, pasiones y confusiones que pasan nuestros protas, haciendo que empaticemos con ellos.

 Todos hemos atravesado esa situación donde el pasado nos da en la cara de la forma más abrupta y desestabiliza nuestro presente. Juro que cuando Celeste y Aidan volvieron a cruzarse temblé rememorando una experiencia similar, esas que te erizan los vellos y sientes que el aire no entra en tus pulmones. Confieso que con ese encuentro tan al azar, en un principio, vi la amenaza de un instalove en la historia y casi pego un grito, sin embargo, la autora se encargó de quitarme la venda de los ojos de inmediato. 

Desde que estos testarudos y temerosos amantes se reencuentran la historia se hizo más ligera y adictiva.

En cuanto a los personajes, todos fueron hermosos, incluidos los secundarios. Esas hermanas de Celeste me recordaron a la mía que es como tenerlas a las dos en una jajajaja. Me conmovió el

apego que la prota tenía con la familia, aunque debo decir que la percibí como una mujer soltera sin hijos, ya que casi no la noté con su hija y lo poco que estuvo siento que no hice ese Click como para verla como madre. Esos demonios y miedos que enfrentaba me hicieron recordar los míos, pero confieso que también quería darle unas cachetadas para que dejara de autoflajelarse y quería gritarle; ¡¡¡¡Despierta!!!! Jajajaja.

En cuanto a Aidan, al principio creí que sería el típico galán picaflor que cambiaría por una desconocida (pensé maldito instalove jajaja) pero al darme cuenta de que ellos tenían un pasado y que reencontrarse despertó sentimientos adormecidos me fascinó. Aidan pasó de galán vale gorro a melancólico en segundos y me gustó esa energía que imprimía en sus actos para reconquistarla y redimirse.

A pesar de ser una novela que no contiene esos dramas a los que la autora nos tiene acostumbradas, se me hizo muy emotiva y pasional. 

Es de esas historias que te dejan un buen aprendizaje: el saber perdonar para sanar, reconocer y corregir tus errores, las segundas oportunidades y enfrentar tus miedos para ser feliz. Es tan emotiva que durante toda la obra viví en carne propia la desesperación y el temor de que esos amantes secretos no se abrieran para decir sus miedos lo que me causó querer darles un balazo porque sabía que eso llevaría al caño su relación. Las lágrimas se me agolparon en los ojos, pues como

he dicho antes, me hizo rememorar cosas que creí enterradas. Juro que las quise retener pero, cuando llegué al final del libro, salieron sin control: es divino, justo el que quería para esta historia que jamás olvidaré.

Recomiendo esta obra para todos los amantes del romanticismo y todos aquello

s que sueñan con ese amor que a pesar de los años sigue en su interior, esos amores que nos marcan y que jamás van a terminar por mucho que pongamos barreras. ¡Felicidades Emma Richardson! y muchas gracias por deleitarnos con tu pluma.